sábado, 31 de octubre de 2009

Milagro Sala : " La sociedad tiene que entender que se puede convivir con los que menos tienen"


Milagro Sala
“Se puede convivir con los que menos tienen”

31-10-2009 / La dirigente jujeña pidió que "la sociedad entienda que se puede convivir con los que menos tienen", al relatar la historia del movimiento Tupac Amaru, al ser invitada por intelectuales de Carta Abierta.


La dirigente jujeña Milagros Sala pidió que "la sociedad entienda que se puede convivir con los que menos tienen", al relatar la historia del movimiento Tupac Amaru, invitada por intelectuales de Carta Abierta.

Sala participó de la asamblea que realizaron este sábado intelectuales de Carta Abierta en la Biblioteca Nacional, y ante unas cien personas recorrió momentos de su vida cruzada por la pobreza y explicó cómo nació en Jujuy el movimiento Tupac Amaru y la obra que lleva adelante para sus setenta mil afiliados.

"Tenemos que tener la misma calidad de vida que los demás, porque trabajamos", sostuvo la dirigente varias veces aplaudida por el auditorio en el que se encontraban, entre otros, Taty Almeida, de la línea fundadora de Madres de Plaza de Mayo; la docente y gremialista Mary Sánchez; Jaime Sorín y Carlos Girotti.

"En Jujuy el blanco era el que podía trabajar y yo como coya sufrí mucho eso", recordó Sala al explicar su trabajo "por cambiar la historia con los compañeros de las villas" y comenzar el trabajo autogestivo en los comienzos de 1990.

Como hija adoptiva de una familia compuesta por "cinco hermanos blancos", Sala mencionó hechos que la volcaron decididamente a la defensa de los desposeídos. "Si queríamos ir a una pileta no me dejaban entrar por ser coya y mis hermanos se solidarizaban conmigo y tampoco entraban", señaló para explicar el valor simbólico de las construcción de catorce piletas de natación en los barrios donde el movimiento construye viviendas financiadas por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

Sala aseguró que "nunca recibimos ayuda de ningún gobierno ni fuimos a buscar a ningún puntero político para realizar las obras" y que a partir de la oportunidad que tuvieron de construir 200 viviendas en seis meses, "Alicia Kirchner (ministra de Desarrollo Social) quiso conocer la obra y mandó a un grupo de asistentes".

"No sirve formar un pelotón de desocupados porque así nos convertimos en dirigentes que nos cag... en los que menos tienen", arengó y subrayó: "No tenemos 500 armas como dicen, tenemos más: son los hornos de barro donde empezamos a hacer las primeras pizzas y panes para vender".

Fuente: diario El Argentino.com

diario: Página 12

http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-134458-2009-10-31.html

viernes, 30 de octubre de 2009

UNA MUJER : MILAGRO SALA








UNA MUESTRA DE QUE OTRO MUNDO ES POSIBLE-
LA DIGNIDAD PUEDE CONQUISTARSE-

TUPAC AMARU




CARTA ABIERTA TUCUMAN

A la compañera Milagro Sala.
Movimiento Túpac Amaru.


En nombre y representación de Carta Abierta Tucumán, expresamos nuestra solidaridad militante ante los ataques sufridos, que no expresan otra cosa que el carácter racista y discriminatorio de los sectores que detentan el poder y reproducen la misma estructura oligárquica y proimperialista en su provincia, en un régimen de partidos tanto de derecha como de izquierda liberal y que actúan con la furia y el resentimiento que los caracteriza, heridos por la sanción de la ley de Medios Audiovisuales a la que Ud. manifestó públicamente su apoyo.
Su militancia en el campo popular en favor de los pobres y excluidos de la Patria ha puesto a Ud. en el centro de los ataques, como en otras ocasiones les pasó a otros defensores de los intereses nacionales.
Nos esperan duras batallas a librar en el camino por la liberación nacional y social de nuestra Patria, en el marco de la Unidad sudamericana.
La saludamos con un fuerte abrazo latinoamericano.

CARTA ABIERTA TUCUMAN

miércoles, 28 de octubre de 2009

Milagro en Jujuy - La Tupac Amaru

El conflicto de intereses detrás del ataque a la Túpac

25-10-2009 / Las cooperativas construyen más barato y rápido que las empresas privadas y generan más empleo. La disputa por los recursos para obra pública en Jujuy. El rol de Gerardo Morales.

Por Demián Verduga

La agrupación comenzó en la Argentina de finales de los noventa. La misma escena transcurría en las zonas más pobres de Jujuy, como la localidad de Yuto y El Talar, en medio de la devastación social que el neoliberalismo llevó a las provincias del NOA. Se trataba de la pulsión más básica de la condición humana: la supervivencia. Grupos de hombres y mujeres, en plazas, descampados y galpones vacíos, montaban una mesa con caballetes, la limpiaban pasando un trapo, ponían sillas alrededor. Así fue el inicio de las primeras Copas de Leche o comedores para chicos. Hoy, sólo en Jujuy, tienen cuatrocientas. Desde el año 2003, construyeron 3.500 viviendas por medio de cooperativas, tienen 6 fábricas propias: una textil, dos metalúrgicas, una de carpintería, una de adoquines y bloques, y una de caños. Emplean a 5 mil cooperativistas, tienen 2 centros educativos y 70 mil afiliados en una provincia de 610 mil habitantes. Se trata del movimiento de desocupados más importante de la Argentina, que recibió duras acusaciones esta semana del senador jujeño Gerardo Morales, la Túpac Amaru.

Desde un comedor en medio de las montañas desérticas, con el viento silbando en las hendijas de las ventanas, Manuel Alzina, coordinador nacional de la Túpac Amaru, habló con Miradas al Sur. “Nosotros creemos que Gerardo Morales está defendiendo los intereses más concentrados de Jujuy, tanto de la vieja política como de los grupos económicos”, dijo. El motivo para esta afirmación es que detrás del ataque a la organización se juega la participación en los presupuestos para la obra pública. Se sabe que muchos empresarios argentinos amasaron sus fortunas haciendo negocios con el Estado. En este caso, el conflicto se basa en las 3.500 viviendas que construyó la Túpac y en la diferencia de costos. Las empresas privadas, por cada vivienda que construyen, cobran 110 mil pesos y contratan en promedio 1,5 trabajadores. En cambio, las cooperativas gastan 82 mil por vivienda y contratan 4 trabajadores, es decir que cuestan menos y generan más trabajo. La diferencia produce un inevitable conflicto con empresas del calibre de Techint, que trabaja en el rubro de la construcción en la provincia.

Una fuente de la política jujeña, que pidió reserva, tenía una mirada diferente a la de Alzina en este aspecto. “Las cooperativas gastan menos, es cierto. Pero también es verdad que no se presentan a concurso y que no pagan impuestos, entre otras cosas que se ahorran. Las empresas contratistas del Estado están obligadas a regirse por el convenio de la Uocra y sus costos son más altos.” Por otra parte, Alcira Argumedo, socióloga y diputada electa por Proyecto Sur dijo a este diario que las cooperativas producen un contrapunto con uno de los paradigmas de los años noventa. “Se pensaba que el problema era el costo laboral. Las cooperativas desnudan que el problema, muchas veces, es el costo empresario. En la Argentina hay márgenes de rentabilidad que son escandalosos, hablamos del 35 ó 40 por ciento de tasa de ganancia. Nadie que pretenda ganar ese margen puede llamarse un capitalista serio. Las cooperativas gastan menos y son más eficientes porque no tienen ese costo”, dijo. Sin embargo, para Argumedo no es todo color de rosa en los movimientos de desocupados. “Fueron una salida creativa y talentosa del pueblo frente a la devastación neoliberal. El tema es que debieron ser algo temporal. Al prolongarse en el tiempo, se han producido ciertas distorsiones. Hay prácticas clientelistas en muchas de las organizaciones. Eso es muy delicado ya que se está por discutir el ingreso universal para la niñez que no puede caer en esta lógica. Es importante, porque sería muy grave que los niños caigan en el clientelismo.”

Los dichos de Morales. En sus declaraciones, el jefe del radicalismo, Gerardo Morales, acusó a la organización, entre otras cosas, de recibir 7 millones de pesos por mes, cosa que la Túpac reconoció. En ese sentido, la persona de la política jujeña confesó por lo bajo: “La Túpac es muy importante en Jujuy. Todos los políticos tienen vínculos con ellos, Morales también. Su virulencia contra la organización es sorpresiva. Tiene que ver con mantener el alto perfil mediático que consiguió en el debate de la ley de medios. El escrache le vino como anillo al dedo”, dijo. La misma persona aseguró que era inaceptable el escrache pero que estuvo lejos de ser algo grave, comparándolo con otros episodios vividos en Jujuy.

Para los que no lo vieron, la situación fue así: Gerardo Morales y Leandro Despouy, funcionario del Gobierno Nacional, estaban saludando a las autoridades del Consejo de Ciencias Económicas Blanca Juárez, iban dándoles la mano, de a uno, ya que se habían puesto en fila en el hall del edificio. Se escucharon gritos y bombos. Un joven, que tenía la cara tapada con un pañuelo, sacó de su morral tres huevos y los arrojó, uno tras otro, hacia el senador, ninguno dio en el blanco. Otro tiró un escritorio hacia un costado. Uno de los que se había quedado afuera del edificio tiró cuatro piedras a los vidrios de la puerta de entrada y astilló dos. Esto, que es absolutamente condenable, fue lo que los grandes medios usaron para instalar la idea de violencia política.

El discurso irracionalmente exagerado de varios medios y una parte de la oposición recuerda a los climas previos a los golpes de Estado. Cuidado.

Compañero Evo. Volviendo al fenómeno de la Túpac, allí donde las disputas territoriales pusieron una frontera jurídica, la cultural se conservó y se abrió camino. Con una sonrisa que se le veía en medio de la barba, uno de los militantes de la agrupación dijo a Miradas al Sur que la Túpac tiene mucha influencia de la experiencia boliviana. “Somos muy amigos de Evo Morales”, confesó, con cierto orgullo, y como quien habla de un viejo amigo del barrio agregó: “Lo vimos las semana pasada. Tenemos mucho contacto con el MAS (partido de Evo)”.Además, hay otras características de la organización que la diferencian. Las mujeres trabajan a la par de los hombres. “Yo soy maestra mayor de obras”, confesaba una de las afiliadas. Junto a ella había un hombre que la miró y después de sonrojarse dijo: “Yo cocino”. A la hora de distribuir las casas, la asignación se decide por asamblea. Alzina dijo que no todos los miembros precisan una vivienda y que se intenta empezar por el más necesitado. Otra regla de la organización es que cuando alguien quiere ingresar se le pide que trabaje en una de las 400 Copas de Leche que tienen en Jujuy para que ejercite su solidaridad. “Nosotros creemos en la construcción del hombre nuevo, lo hacemos todos los días”, remató Alzina. Por otra parte, en los primeros meses de noviembre, la Túpac y otras organizaciones planean una gran marcha federal hacia la Ciudad de Buenos Aires con la consigna: “Las Organizaciones Rendimos Cuentas”. Será en respuesta a las acusaciones de que manejan fondos públicos sin ninguna obligación a cambio. Es probable que las organizaciones de desocupados tengan prácticas que corregir. Lo mejor sería que la Argentina reconstruya una estructura productiva que genere empleo de calidad para todos y que dejen de ser necesarias. Mientras tanto, frente a los que se pusieron de pie para responderle a la propuesta de muerte del neoliberalismo, creando modos de subsistencia, sólo queda la admiración y el respeto.

Fuente Miradas al SUR

http://www.elargentino.com/nota-63180-El-conflicto-de-intereses-detras-del-ataque-a-la-Tupac---.html

domingo, 25 de octubre de 2009

Avanza un acuerdo de la oposición para el Congreso

Clarín y la lucha armada
por Eduardo Anguita
25-10-2009 /
No hay nadie que resiste tres tapas de Clarín seguidas” fue, por años, un axioma de la comunicación política. Pero pasó como con el topless en las playas europeas. Los viejos conservadores creían que era imposible que tanto pecho descubierto pudiera lucirse a pleno sol sin que alguna comezón puritana hiciera que las mujeres volvieran a lucir sugestivos sostenes. Ahora, todos los días, las tapas de Clarín destilan ideología conservadora y persiguen dañar no tanto al Gobierno como a cualquier idea de cambio en la sociedad argentina.

Esta semana volvieron a cargar con una fórmula catastrófica: descubrieron que una delgadita y morocha cuarentona jujeña, de nombre Milagro Sala, es una mezcla del Gordo Valor, el Che Guevara, el Rafa Di Zeo y algún político emblemático por lo corrupto (no es fácil poner un nombre solo). Si se publicara el pasado –supuestamente– militante de los años de juventud de los cronistas de Clarín que suscriben esos artículos se podría llegar a una interesante paradoja: muchos de ellos eran anticapitalistas convencidos y emulaban al Che Guevara, con lo cual podrían tener un poco de vergüenza y algo de sentido común antes de escribir. Pero eso no sería grave porque el derecho a cambiar de ideas es parte del juego –y del cinismo– de la democracia. Lo que no les es permitido en el ejercicio del periodismo es mentir con tanta impunidad. En todo caso, esos periodistas (cuyos nombres omito porque quien escribe esto jamás fue acusado de buchón, aunque sí de muchas otras cosas) reproducen lo que Clarín hizo durante los años de la última dictadura: identificar a los adversarios políticos de la dictadura como subversivos, una lacra, una categoría de alimañas que deben ser extirpadas. Esa caracterización, repetida mil veces por los medios, era funcional al exterminio de parte de una generación de luchadores. Ayer, Clarín publicó su “Informe especial: Milagros y pecados de la más violenta piquetera K” que, para sorpresa de los lectores, ya “comanda una suerte de Estado paralelo en Jujuy”. La tapa del viernes está hecha en base a puras mentiras. El título de tapa fue “Chávez legaliza a milicias armadas bajo su mando”. Se trata, en realidad, de una interpretación maliciosa de una parte de la nueva Ley de Defensa de Venezuela destinada a cerrar el círculo de Milagro: le faltaba ser la jefa de una internacional de la lucha armada. Una manera de titular y editorializar que sólo es comparable con la manera de titular de los editores que tenían a los agentes de inteligencia del Estado terrorista encima. Pero esos editores sabían que esos personajes siniestros pensaban lo mismo que los directivos del diario. Y quedaron mil huellas de esa identificación: desde Papel Prensa hasta los hijos adoptivos de la directora.Pero más allá de todo, el Grupo Clarín tuvo astucia como para cambiar, adaptarse a los tiempos de democracia.

El fantasma de las “tres tapas de Clarín” ya no funciona. Ya no es una amenaza capaz de convencer a un adversario. Esas tapas son autoconvencimiento, son parte de la impotencia. No esperaban equivocarse tanto con la Ley de Servicios Audiovisuales y en vez de reconocer que evaluaron mal la relación de fuerzas quieren disciplinar: a lectores, editores, periodistas, a todos. “Están como el politburó del estalinismo” resumió una periodista con vieja militancia trotskista que lleva muchos años en ese diario. Las ventas de Clarín bajaron sensiblemente en el último año y quienes se ocupan de la circulación de periódicos vinculan esa caída a haber ocupado el lugar de oposición política en vez de ser –o aparecer como– un diario generalista y no un periódico de partido. Pero, como con el topless, es lo que hay. No todos los pechos que se muestran se parecen a los de las películas. Y todos los periódicos –incluido éste– tienen línea editorial, intereses empresarios, intereses con los que se identifican, además de la subjetividad de quienes los hacen. Pero hay quienes pretenden ser neutrales, objetivos e independientes mientras que resultan ser bastante parecidos a todo lo contrario.

El debate de la ley de medios audiovisuales fue importante por haber establecido un límite a los dueños de la palabra. Pero no sólo el límite legal sino el de uso diario. Hasta hace poco, un combo de título de Clarín, zócalo de TN, servicio informativo de Mitre y destacado en la web Clarín era una fórmula potente como el agente naranja, el defoliante usado en Vietnam y elaborado por Monsanto. Pero los vietnamitas explicaban que era importante el hombre y no el arma. Y ellos sí que sabían de lucha armada. Era importante el hombre siempre y cuándo supiera por qué causa peleaba. Y no hubo caso, Estados Unidos confiaba en las armas y no en los hombres. Los suyos, lejos de su país y masacrando pueblos, estaban desmotivados, preferían la marihuana al fusil.Muchos creyeron que se podía trasladar esa experiencia. En los años setenta, Vietnam formaba parte de un sentimiento mundial. Los mismos líderes de aquella gesta solían repetir que habían ganado la paz y no la guerra. Es cierto que muchos militantes argentinos de los setenta creyeron (entre los cuales se incluye el autor de estas líneas) en el estereotipo de la guerra popular y prolongada como la manera de enfrentar a un sistema injusto como el capitalista. Pero había mucho más amor al pueblo y convicción de una nueva moral para una sociedad justa que ganas de andar con armas. Milagro Sala nacía en esos años. Tenía seis cuando se dio el golpe de Estado que aniquiló a miles de argentinos. Le tocó crecer en la pobreza y cuando tenía apenas 20 conoció a un tipo extraordinario como Germán Abdala, fundador de la Central de Trabajadores Argentinos. Con la impronta pacífica y pacifista de Víctor De Gennaro, Milagro se convirtió en la principal dirigente de la Túpac Amaru y de la CTA de Jujuy. Su vida, tal como la contó el gran cineasta jujeño Miguel Pereira, es la de una persona humilde que es elegida por sus pares para que los represente en sus reclamos, en sus históricas postergaciones.Clarín, cuyo diario hace una década no puede tener siquiera delegados gremiales, no se puede permitir que una morochita sindicalista sea un referente social. Una cosa es un piquetero rubio y gordo como los de la gesta gaucha y otra muy distinta es Milagro. No sea cosa que los milagros empiecen a hacerse realidad en estas tierras.

Diario El Argentino.com
25- 10-2009